viernes, 19 de febrero de 2010

ENSEÑAR EL DEDO

Acabamos de asistir a una nueva "lección" de democracia efectuada por ese ser de apariencia física minúscula, pero sin embargo, con unos actos que adquieren ciertamente gran resonancia por ser quien es o por quien quiere ser. El jefe del cotarro facha.
Con ese dedo, insulta a la mayoría democrática y progresista de este país. Con ese gesto demuestra, en primer lugar, su absoluto desprecio por la libertad de expresión. En segundo, como en realidad no se ha ido nunca de la política, defiende el aquí mando yo. Con su FAES a manipular y controlar al Pepé. ¡Ay Mariano! Envuelto en la incertidumbre. Sin mojarse. Piensa, a lo mejor con toda la razón, que el dedo se lo puedan enseñar algún día a él.
Para traducirlo a nivel local. Saquen las consecuencias.